Agentes de la Policía Nacional han desmantelado una operación de hurto continuado de alto valor económico en València que ha llevado a la detención de dos mujeres: una empleada de hogar de 33 años y su madre, de 54. Ambas están acusadas de un delito continuado de hurto y de receptación, respectivamente, tras sustraer del domicilio donde trabajaba la hija joyas valoradas en cerca de 100.000 euros.

El hurto continuado basado en la confianza
La operación se inició a raíz de la denuncia de la víctima, quien alertó a las autoridades sobre la desaparición de multitud de joyas de su vivienda. Las pesquisas del Grupo de Policía Judicial de la Comisaría de Distrito de Russafa se enfocaron en el círculo más cercano al domicilio.
Los investigadores pudieron determinar que la empleada de hogar habría estado hurtando discretamente y de forma continuada una gran cantidad de alhajas a lo largo de varios meses, aprovechándose de la confianza que se le había depositado. La sustracción causó un grave perjuicio económico a la víctima, dada la alta tasación del material robado.
La trama de receptación y venta
El caso dio un giro al descubrirse la red utilizada para deshacerse de los bienes. Los agentes localizaron varios establecimientos de compraventa de oro en los que la empleada de hogar, y sorprendentemente su madre, habían estado vendiendo las joyas sustraídas. La madre, de 54 años, fue detenida por el delito de receptación, ya que su papel era introducir las alhajas hurtadas por su hija en el circuito legal a través de estas casas de compraventa.
Gracias a la rápida actuación e investigación, la Policía Nacional ha conseguido recuperar parte de los efectos sustraídos, que incluyen relojes, pendientes, anillos, colgantes, cadenas y pisacorbatas, todos ellos de oro y con un valor global cercano a los 100.000 euros. Las joyas han sido devueltas a su legítima propietaria.
Tras las detenciones, ambas mujeres han pasado a disposición judicial en València para responder por los delitos imputados.








