Monòver, reconocida este año como Capital Cultural Valenciana, acogerá este sábado la VII Trobada de Nanos i Gegants. Un evento que espera congregar a más de 3000 personas de diversas localidades de la Comunitat Valenciana en torno a una de las tradiciones más arraigadas y apreciadas: los gigantes y cabezudos, conocidos como 'nanos i gegants'.
Desde las 10 de la mañana, los grupos participantes comenzarán a montar sus figuras gigantes en la Plaza del Ayuntamiento. En esta ocasión, Monòver recibirá a 18 agrupaciones provenientes de municipios como Oliva, Alicante, Alcoi, Dénia, Vinaròs, Burriana, Ontinyent y Godella, entre otros. Además, como colla invitada especial, la trobada contará con la participación de Albarán, de la Región de Murcia, en una muestra de hermanamiento entre ambas localidades.
Durante la jornada, los asistentes disfrutarán de otras actividades paralelas, como varias rutas turísticas por el casco antiguo de Monòver y castillos hinchables para los más pequeños.
El momento más esperado del día será el gran pasacalle, que comenzará a las 18:00 horas con más de 600 nanos i gegants bailando por las calles de la ciudad al son de la dolçaina y el tabalet. El recorrido festivo atravesará las calles más emblemáticas del municipio, finalizando en la Plaza del Ayuntamiento, donde se realizará una presentación oficial de los grupos participantes y un baile conjunto que culminará el evento.
Este evento forma parte del amplio programa que Monòver ha preparado para celebrar su capitalidad cultural, un reconocimiento a su firme apuesta por la cultura, el apoyo a las tradiciones locales y la promoción del folklore autóctono.
Origen de los Nanos i Gegants
Los 'nanos i gegants' son una tradición que se remonta a tiempos ancestrales, una costumbre que ha logrado mantenerse viva a lo largo de los siglos en la Comunitat Valenciana. En Monòver, esta tradición tiene un especial arraigo entre los más jóvenes. Cada vez que los 'nanos' salen a las calles, los niños corren a unirse a la comitiva, añadiendo siempre un toque de alegría a las festividades.
Con la primera referencia documentada en 1439 en la ciudad de Orihuela, según el historiador Rufino Gea, no fue hasta el siglo XVII cuando su aparición se normalizó en festividades como la del Corpus Christi, donde estas figuras se convirtieron en parte imprescindible de las procesiones.
Ya en los siglos XIX y XX, estas figuras comenzaron a enriquecer las fiestas patronales de pueblos y ciudades, extendiendo su presencia más allá de las festividades religiosas. A lo largo del siglo XX, además de participar en celebraciones locales y barrios, los 'nanos i gegants' volvieron a formar parte de la procesión del Corpus en algunas ciudades, como Alicante, y se han mantenido presentes en eventos donde el folklore y la cultura popular tienen un papel fundamental.