El grupo conservacionista ADENSVA, No + Aves Electrocutadas (Asociación para la Defensa de la Naturaleza al Sur de Valencia) ha presentado a finales de 2019 dos denuncias ante la Fiscalía Provincial de Alicante por la muerte de aves rapaces electrocutadas.

Concretamente se ha dado conocimiento de las masivas muertes ocurridas en líneas de conducción eléctrica de las comarcas alicantinas de l’Alt Vinalopó y la Vega Baja. Estos hechos serían el resultado de una vulneración simultánea de las leyes de Responsabilidad Medioambiental, de Patrimonio Natural y biodiversidad, así como de las que regulan el Sector Eléctrico.
La administración ambiental de la Comunitat Valenciana estima que anualmente mueren electrocutadas cerca de 1000 aves rapaces en el ámbito autonómico, afectando muy negativamente a especies tan amenazadas como el águila perdicera (Aquila fasciata). A raíz de esta problemática, ADENSVA nace a principios de 2019 con el firme propósito de velar por el cumplimiento de la legislación para luchar contra la mortalidad de aves rapaces en los tendidos eléctricos, además de denunciar aquellas acciones u omisiones que afectan negativamente al medio natural.
Las denuncias presentadas hacen referencia a la muerte por electrocución de 178 rapaces, entre las cuales destacan cifras como 96 búhos reales Bubo bubo, 13 águilas perdiceras Aquila fasciata, 27 cernícalos Falco tinnunculus, 9 águilas calzadas Aquila pennata, 14 ratoneros Buteo buteo, 5 águilas culebreras Circaetus gallicus, 6 buitres leonados Gyps fulvus y 1 águila real Aquila chrysaetos. Estas altísimas cifras no dejan de ser la punta del iceberg, ya que el número real a buen seguro es todavía superior debido a que la intensidad de búsqueda de los cadáveres es relativamente baja y a que éstos desaparecen con el tiempo.
La eliminación sistemática del número de aves predadoras ocasiona desequilibrios en el ecosistema. Uno de ellos es la sobrepoblación de conejos, que según la Resolución de 20 de noviembre de 2018 del Director General de Medio Natural y Evaluación Ambiental, afecta ya a 178 términos municipales de Valencia y a 73 de Alicante. Además de los daños agrícolas que ocasiona, las innumerables madrigueras pueden afectar a la estabilidad de infraestructuras públicas en estas zonas, como ocurre en los taludes de las vías del ferrocarril.

ADENSVA con estas denuncias quiere contribuir poner fin a las desmesuradas cifras de mortalidad de las aves rapaces en líneas eléctricas, consiguiendo que los titulares de estas instalaciones lleven a cabo las medidas de aislamiento necesarias. La entidad considera necesario restablecer el equilibrio de unos ecosistemas gravemente comprometidos por los tendidos eléctricos.