En el ámbito de la empresa la cohesión y la motivación de los equipos de trabajo es un asunto totalmente esencial en la actualidad. La sociedad va avanzando, se va transformando y, a su vez, las empresas requieren soluciones más complejas para dar respuesta a las demandas de la misma, que, a su vez, son tremendamente cambiantes.
La antigua fórmula de un empresario actuando como jefe autoritario sobre sus empleados ya no funciona debido a que es imposible que una sola persona pueda abarcarlo todo. Por este motivo, los emprendedores deben delegar tareas en personas de confianza que consideren lo suficientemente capacitadas como para poder realizarlas con éxito, ya sea porque cuentan con la formación académica adecuada o porque, desde la empresa, se apuesta por darles la formación que necesitan para llevar a cabo las tareas.
Construir una cultura corporativa bien definida
Los profesionales de Viviendo del Cuento nos comentan que, en muchas ocasiones, hay empresas que tienen problemas de base debido a que no han construido ni definido bien su cultura corporativa que, en esencia, se puede traducir como la esencia o la personalidad de la empresa. Cuando un negocio no tiene clara su misión, su visión, sus valores, su sistema de creencias, sus políticas, sus normas internas y costumbres, se puede volver muy complicado encontrar personas que encajen con la cultura de la empresa.
Del mismo modo será complicado que estas impliquen más allá del hecho de ganar un salario a final de mes con la idea de “porque de algo hay que ganarse la vida”. Cuando esto ocurre, puede ser una ardua tarea reunir un equipo de personas que compartan ideas en común y que funcionen bien trabajando juntas, ya que estarán trabajando desde el conformismo y no desde la motivación de haber conseguido acceder a un puesto de trabajo que suponga un reto en el que desarrollar sus habilidades y cualidades.
“Al construir una cultura corporativa bien definida, como empleador/a, tienes claro cómo es tu empresa, cuál es su misión, visión y valores y cómo se relaciona con el entorno” —comentan los expertos—. “De esta manera, puedes seleccionar mucho mejor a los candidatos que optan a los puestos de trabajo antes de tomar la decisión de hacer incorporaciones a tu empresa” —añaden.
Divide tu empresa en distintos equipos de trabajo
Una vez has definido la cultura de tu empresa y has empezado a contratar a aquellas personas que a priori se identifican con la misión, visión, valores, creencias, así como la misma manera de entender los negocios, es necesario que entiendas que el líder no puede encargarse de todos los campos de la empresa al mismo tiempo, como la producción, la investigación y el desarrollo, las ventas, el marketing, los recursos humanos y la contabilidad y las finanzas, entre otros.
Aunque al principio puede parecer abarcable, cuando una empresa empieza a crecer y a desarrollarse, pronto te darás cuenta de que es hora de delegar tareas y responsabilidades a los trabajadores que consideres más cualificados y dejar que se encarguen de trabajar en las distintas áreas dependiendo de su formación o de sus habilidades personales, formando equipos de trabajo diferenciados para cada una de estas áreas.
“En este punto, resulta vital que las personas que forman estos equipos compartan una visión similar, aunque no idéntica de cómo debe ser el funcionamiento de su propia área de trabajo y que puedan funcionar en armonía, solucionando los problemas evitando cualquier conflicto laboral que pueda lastrar la productividad” —comentan desde Viviendo del Cuento—.
¿Qué pasa cuando los equipos pierden la motivación?
Para que la empresa funcione y no entre en el estancamiento, es absolutamente necesario que los equipos se mantengan bien cohesionados y motivados. Sin embargo, como empleador/a, debes tener en cuenta que, con el paso del tiempo, los trabajadores pueden entrar en un ciclo de tedio y aburrimiento por la repetición continuada de las mismas tareas a lo largo de los meses y de los años y sin novedades.
Si esto ocurre, tus empleados corren el riesgo de desmotivarse y, como consecuencia, los equipos de trabajo perderán fuelle, empezarán a funcionar más lentos y podrán a dar problemas debido a que el ambiente de trabajo no será tan bueno como al principio. Para evitarlo, es necesario que, como emprendedor/a o personal encargado de los recursos humanos, tomes ciertas medidas para romper esa monotonía.
Reconoce y celebra los logros de los trabajadores
“No hay nada más frustrante para los trabajadores que dedicar tiempo y esfuerzo a una serie de tareas para sacar adelante el trabajo y que el líder aparezca exclusivamente para señalar los errores puntuales sin reconocer los muchos aciertos y logros que han realizado a lo largo de su trayectoria en la empresa” —comentan desde Viviendo del Cuento. “Esta suele ser una de las principales fuentes de desmotivación y que suelen crear desconexión entre compañeros de trabajo” —añaden.
Como solución, estos expertos proponen que el líder o emprendedor esté al tanto de todo y que sepa reconocer las fortalezas de cada uno de sus trabajadores y no sólo señalar las debilidades. Puedes hacerlo otorgando felicitaciones públicas y algún premio, como uno o varios días libres, una subida de sueldo o un bonus, un regalo, darle mayor flexibilidad horaria, etc. Esto proporcionará a los empleados la confianza que necesitan para no perder la motivación en su puesto de trabajo.
No te cierres a ascender a tus empleados
“Los seres humanos buscamos constantemente una manera de progresar en nuestras vidas” —apuntan desde Viviendo del Cuento— Esto también se aplica al ámbito laboral. “De hecho, en aquellas empresas en las que los trabajadores no tienen posibilidad de ascender a un puesto de trabajo más elevado, suelen ser las que mayor abandono laboral y fuga de talentos presentan, ya que, los empleados más ambiciosos suelen buscar trabajo en otra empresa una vez llevan mucho tiempo en una empresa sin posibilidad de ascender y progresar en la vida” —añaden—.
Por ello, debes tratar de conceder, de forma progresiva, ascensos a aquellos empleados más cualificados que llevan más tiempo en la empresa, para que sientan que forman parte de la organización y, sobre todo, para que no pierdan la motivación, lo cual, como hemos mencionado más arriba, podría ser perjudicial para cualquier equipo de trabajo.
Fomenta la comunicación abierta
“La comunicación es un pilar básico en cualquier empresa y, por descontado, dentro de los grupos de trabajo” —afirman los expertos— “De hecho, no hay nada más incómodo y desmotivador que trabajar en un equipo de trabajo en el que la comunicación no fluye o lo hace de forma forzada” —añaden—.
Por ello, al fomentar una comunicación, organizando reuniones periódicas, cenas y comidas de empresa y actividades de team building —como las de Viviendo del Cuento—, los empleados estrecharán lazos de confianza entre ellos/as más allá de las puertas de la organización, se conocerán mejor y los equipos estarán mucho más cohesionados y motivados a nivel general.
Por último, también es importante que digamos que los empleados se deben sentir escuchados y que sus opiniones e ideas sean tenidas en cuenta por parte del líder o de la persona encargada del departamento de Recursos Humanos de la empresa. Todo ello, por supuesto, permite mejorar la productividad, reducir el estrés e incrementar la satisfacción laboral.
