El artista fallero Rafa Sánchez, tercera generación de la empresa valenciana Carrozas Sánchez y estudiante de Historia del Arte en la UNED Valencia, ha aportado las impresoras 3D de su taller al movimiento ‘coronavirus makers’, la red colaborativa que une a miles de personas en toda España en la fabricación de equipos de protección para el personal sanitario que trabaja en primera línea para controlar la pandemia de COVID-19.
El joven, junto a su hermana Iris, lleva una semana trabajando para contribuir a paliar la escasez de material, como mascarillas y otros elementos de protección para los empleados del sector sociosanitario. “Cuando vimos el llamamiento realizado a las personas con impresoras 3D, me di cuenta de que con mis 16 máquinas podía aportar mucho”. El objetivo, afirma, “ayudar a proporcionar recursos a la gente que cada día se juega la vida por salvar las nuestras”.
Con esta intención, durante los primeros días reconvirtió su taller fallero en una ‘fábrica’ de viseras que después se acoplan a una parte plástica para ser utilizadas como mascarillas. En las últimas jornadas, y para evitar desplazamientos y cumplir estrictamente con la medida de confinamiento, Rafa Sánchez ha trasladado ocho de las impresoras a su casa con el fin de poder seguir trabajando desde allí.
Estos ‘makers’ van mejorando la técnica. Así, si en un primer momento tardaban unas dos horas en elaborar el elemento, ahora han reducido el tiempo de producción a unos 50 minutos, lo que permite una mayor agilidad en el proceso. También están modificando el diseño según las sugerencias que reciben de los usuarios.
Además, los voluntarios se van organizando y repartiendo tareas y algunos de ellos se encargan de ponerse en contacto con las administraciones, autonómica y local, para poder canalizar los esfuerzos.
Como artista fallero, Rafa Sánchez debía haber estado este mes de marzo dedicado a las fiestas tradicionales, especialmente a la Magdalena de Castelló, donde la empresa familiar tenía previsto movilizar una treintena de carrozas. La suspensión del festejo a causa de la crisis sanitaria, al igual que las Fallas de València, donde también colabora, ha supuesto un perjuicio económico, pero ahora lo primero es arrimar el hombro para superar la emergencia, destaca.
Desde que se han puesto manos a la obra, los hermanos Sánchez han recibido muchísimas llamadas para pedirles material y también una abundante colaboración de empresas que, como ellos, han optado por el altruismo para combatir el coronavirus.
Cadena de solidaridad
Rafa Sánchez se consideraba, antes de la pandemia, un ‘maker’. Diplomado y máster en Tecnologías interactivas y fabricación digital, ya disfrutaba construyendo sus propias máquinas y estaba en contacto con esta comunidad. “Pero nunca había visto antes nada parecido. Es una cadena de solidaridad y colaboración tremenda. Creo que, cuando pase todo esto, quedará un rastro entre los ‘makers’”, augura.
Sobre cómo se las arregla para compatibilizar esta labor y los estudios que cursa actualmente, sonríe y apunta: “Lo intento. Se hará lo que se pueda”.