Ya se ha dado por controlado el incendio de Azuébar, que no presenta ya puntos calientes en todo el perímetro. La superficie quemada asciende a un total de 420 hectáreas, de las que 220 corresponden al Parque Natural de la Serra d’Espadà. Así pues, se han retirado los efectivos de la Unidad MIlitar de Emergencia (UME) y las brigadas del Consorcio Provincial de Bomberos de Castellón, quedando en la zona cuatro unidades de los bomberos forestales de GVA-Sgise vigilando el perímetro.
Las buenas noticias sobre este incendio, que ha sido calificado como el más grave del verano hasta el momento, comenzaban la pasada madrugada, cuando el Consorcio conseguía darlo por estabilizado.
Tras una noche del sábado al domingo, que fueron de auténtico infierno debido a las altas temperaturas y a las fuertes rachas de viento, la jornada del domingo se habñia desarrollado con unos 300 efectivos desplegados para perimetrar el incendio.
Así, ya por la tarde se conseguía perimetrar cuando, tal y como explicaba el secretario autonómico de Seguridad y Emergencias, José María Ángel, se daban ya las condiciones meteorológicas «óptimas». «Lo que anoche fue el peor enemigo, se ha convertido en aliado», explicaba en referencia a las fuertes rachas de viento.
Los vecinos del municipio castellonense de Azuébar, que habían sido desalojados la madrugada anterior como medida de precaución mientras parte de los efectivos se ubicaban en el perímetro de la población para impedir el paso del fuego, regresaban a sus domicilios por la tarde, cuando el incendio se encontraba ya perimetrado y en vías de ser estabilizado.
Así las cosas, los medios aéreos se retiraban con el ocaso tal y como dictan los protocolos habituales y los efectivos terrestres movilizados en la zona han trabajado enfriando el perímetro del incendio, con 135 efectivos: 82 de la UME, 52 bomberos forestales de la GVA-Sgise, 10 efectivos de personal técnico y de coordinación, 25 bomberos del Consorcio y bomberos voluntarios con seis jefaturas.
La Autoridad Portuaria de València ha confirmado la reapertura del Puerto de Sagunto, que había sido cerrado al tráfico marítimo ayer domingo para facilitar la toma de agua de los medios aéreos para las tareas de extinción del incendio.
Según el Seprona, el origen del incendio podría estar en la caída de un rayo en un alcornoque en la tarde del sábado, aunque se trata de una primera estimación a la vista de las pruebas recabadas por el servicio de Naturaleza de la Guardia Civil que tendrá que ser confirmada. Estas mismas estimaciones hablan de una superficie total quemada de unas 500 hectáreas entre los términos de Azuébar, Soneja y Sot de Ferrer, tal y como también informó la consellera Bravo desde el Puesto de Mando Avanzado situado por el Consorcio en Azuébar.
Siete personas atendidas por golpes de calor
La dureza de las condiciones en las que han tenido que trabajar los efectivos desplazados al incendio de Azuébar quedó patente en el hecho de que hasta siete personas de las que participan en las tareas de extinción del incendio, tuvieron que ser atendidas por los servicios médicos debido a golpes de calor.
Se trataba de tres efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME), dos del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico y dos bomberos forestales de la Generalitat.
Con el objetivo de poder dar respuesta a estos y otros problemas sanitarios, se instaló un hospital de campaña en la zona de las piscinas municipales, donde también se encuentra el Puesto de Mando Avanzado (PMA).