¿Son las fábulas, los conjuros, los sueños mensajes de otra dimensión que nos espera?
La autora
Ana es una apasionada estudiosa de la lengua y literatura inglesa.
Hace tiempo que enseña, en la Universidad y la Escuela Oficial de Idiomas, la lengua en la que escribió Shakespeare, autor al que con gran audacia se atreve a traducir al castellano.
Las palabras son contenedores dóciles y mágicos a la vez. Entregan mensajes con los significados evidentes para los que fueron creadas y, con ellos, matices ocultos difíciles de desentrañar y capaces de abrirte la puerta al mundo de los sueños, a la dimensión de las ilusiones, al universo de los deseos.
Tal vez por eso cada año emplea sus vacaciones para acercarse a Irlanda a escuchar las olas golpear y aplastarse contra las rocas con estrépito. Es la frontera del océano azul y con el verde que se extiende a sus espaldas tan ondulante e inacabable como el mar. Allí, en los acantilados de Malin Beg, agitada por la brisa, escucha como los sonidos milenarios se alejan a un lado y otro hasta convertirse en un murmullo en el que imagina oír las palabras de los antiguos seanchaithe, los trovadores irlandeses, capaces de trasportarla a los mundos mágicos con los que sueña.
- ¿Qué es un seanchaite?, le pregunto.
- Es un personaje que existe en todas las lenguas, en todas las culturas. Es un narrador itinerante que vive de sus relatos a los que a su vez mantiene vivos cada vez que los cuenta. Aquí tuvimos a los juglares. Los esperaban. Su llegada era motivo de fiesta.
- ¿Qué importancia tenía lo que contaban?
- Aquellos relatos son los ladrillos con los que se construye la historia. Mantenían vivas las tradiciones, ayudaban a descifrar el camino hacia el futuro. Son la memoria que marcó el devenir de sus antepasados.
- ¿Por qué Irlanda?
- El seanchaithe es una herencia Celta. Hubo pueblos nómadas en los que las posesiones materiales eran una pesada carga. Confiaban su Historia a narradores que la aprendían de otros.
- ¿Realmente Connell, nuestro narrador, viaja en el tiempo?
- Si escuchas con atención las historias de los viejos juglares es difícil de explicar lo que dicen sin la experiencia de haber vivido en otras dimensiones, en otras épocas.
El libro
Título: El Sendero de la Palabra
Autora: Ana García Herráez
Género: Novela, 368 páginas,
Ganadora del Premio Tagus, organizado por La Casa Del Libro.
A lo largo de sus páginas viviremos intensamente la historia de Connell que se desarrolla en dos planos: su vida hoy y el universo de sus sueños. Poco a poco, la peripecia real se desvanece y la “imaginaria” va adquiriendo tensión e interés creciente.
¿Era consciente el seanchaithe, el juglar, de su poder? Nuestro protagonista lo va descubriendo a lo largo del libro y nosotros con él. La historia, a caballo entre el SXXI y el SXII, se torna cada vez más emocionante y la conexión entre ambos son tan sólo las historias soñadas, aprendidas misteriosamente, como si las palabras olvidadas pudieran estar almacenadas en nuestros genes y vuelven a nosotros en los sueños.
¿Puede la palabra servir de sendero a mundos soñados? Es evidente que sí. Este libro despertará nuestra ilusión y nuestros deseos y escucharemos con más atención los mensajes de nuestro corazón. Frente a la verdad oficial de los libros de “Historia” nos queda la esperanza de los conjuros, los mensajes de cuando dormimos y las “dudas” de Hamlet.