Voluntarios de la Fundación Juntos por la Vida viajarán en los próximos días a Ucrania cuando se cumple un año de la invasión rusa para llevar ayuda dirigida especialmente para combatir el frio y la falta de energía, e impulsar otros proyectos humanitarios que están llevando a cabo, además de trasladar ayuda humanitaria para distintas ciudades ucranianas. Actualmente el frío y el aislamiento son las mayores preocupaciones para la fundación en ese país.
El martes 14 saldrán de Valencia con una furgoneta con el primer punto móvil de energía con destino a Ucrania. Ofrecerá internet por satélite, puntos de carga de móvil, dos puntos de calefacción y bebidas calientes, que itinerará por los barrios más periféricos de las ciudades de Irpín y Bucha, dando servicio y conexión a personas que sufren del aislamiento, las bajas temperaturas y los constantes cortes de electricidad.
Las estufas y los generadores eléctricos proporcionan energía y calor en viviendas a muchas familias necesitadas que viven en zonas donde la guerra ha destruido el suministro por los ataques contra infraestructuras energéticas de todo el país. El frio invierno, con temperaturas de -20 grados, y la escasez de medios y recursos hacen mas necesaria que nunca esta ayuda.
Desde que comenzó la guerra La Fundación Juntos por la Vida ha estado trabajando en la evacuación y traslado de refugiados, ayuda humanitaria y de emergencia, y actualmente continúa trabajando en otros proyectos en distintas ciudades, que visitarán durante esos días.
Juntos por la vida y su actuación en Ucrania
La Fundación Juntos por la Vida lleva desde 1994 interviniendo en Ucrania con proyectos de ayuda humanitaria, acogimiento familiar y cooperación al desarrollo.
Desde el comienzo de la invasión rusa, en febrero de 2022, ha trasladado, dado alojamiento y seguimiento psicosocial a más de 3200 personas en la Comunidad Valenciana. Ha montado cuatro alojamientos seguros en Ucrania y Polonia que han albergado a más de 500 personas a ambos lados de la frontera. Dos de esos alojamientos permanecen activos, un pequeño centro de recepción y acogida de refugiados y casa de voluntarios en Przemysl, Polonia, y uno para 200 personas en Ucrania.
En Irpín sigue dando atención, ayuda humanitaria y albergue desde 2017 a desplazados internos de la guerra del Donbass. Muchos de ellos han perdido su casa por segunda vez. Han repartido más de 100 toneladas de ayuda humanitaria que ha llegado directamente a las personas más vulnerables de zonas conflictivas.
También las dificultades de acceso a la educación para los niños y niñas y jóvenes en esta situación de guerra, es otra de preocupaciones para la fundación. Por ello han repartido más de 50 tablets entre familias sin recursos.
Estos próximos días, Juntos por la Vida escribirá un nuevo capítulo en su ya larga historia de solidaridad y servicio a los que más lo necesitan.