Ubicada en la plaza del Portal Nou, la falla de Na Jordana ocupa lo que en tiempos del medievo fue una de las puertas de la muralla de Valencia, de la que además toma su nombre la misma plaza. Una falla siempre arriesgada por su monumentalidad en un espacio escaso, casi podríamos decir exiguo. Sus monumentos, siempre basados en una temática que lo envuelve todo, trascendiendo del mero cartón piedra, impregnándose en todo lo que tiene que ver con la comisión.
‘París bien vale una falla‘ es el lema del proyecto de este año, llevado a cabo por el artista Antonio Pérez Mena con diseño del prestigioso Ramón Pla.
Desde la transformación de la trama urbana del París medieval a iniciativa del prefecto Haussman al Imperio Neoliberal de Macron, pasando por el derribo de la columna Vendôme con ocasión de la Comuna de 1871, los cafés cantantes del Montmartre de fin de siglo y de Montparnasse de los años veinte, por la época en que la capital de Francia fue cuna de arte, bohemia y libertades o por la esperanza frustrada de mayo del 68, París bien vale una falla.
Miguel Hache y Reyes Pe han realizado la falla infantil bajo el lema ‘Hilos‘. Una falla que explica como nadie el propio Miguel Hache:
«Cuando somos pequeños y pequeñas las personas mayores nos dicen como tenemos que actuar… para que cuando seamos cómo ellos y ellas sepamos también como tenemos que educar a la chavalería. Los y las mayores piensan que saben todo lo tienen que hacer los niños y las niñas. Unos y unas están arriba y los otros y las otras abajo. Unos y unas son altos y altas y otros y otras bajitos y bajitas. Unos y unas viven en vertical y los otros y las otras lo hacen en horizontal…
El hilo, como hilo conductor de la falla. De manera inconsciente va construyendo castillos en el aire forjados hilo a hilo por las experiencias y enseñanzas que vamos adquiriendo. Pero estos hilos pueden ligar o desatar nuestra forma de ver la vida cuando crecemos. Estos hilos que nos ligan a nuestros maestros y a nuestras maestras y a la vez a estos y a estas a los y las que fueron los suyos y suyas, pueden esconder un montón de historias».