Hasta el 1 de marzo, Sala Russafa programa La invasión de los bárbaros, un emotivo drama de la compañía valenciana Arden Producciones,escrito y dirigido por Chema Cardeña, que reivindica el papel social del arte y la memoria para evitar que la historia se repita
Precisamente para enriquecer el espíritu constructivo de las funciones de La invasión de los bárbaros, el centro cultural ha programado una serie de Viernes Fórum, encuentros con el equipo artístico y diferentes representantes del ámbito político, asociacionista y académico, además de testimonios vivos.
El invitado especial que abrió estos coloquios el 7 de febrero fue Matías Alonso, presidente del Grupo Recuperación Memoria Histórica de la Comunitat Valenciana, quien recordó los primeros intentos para recuperar los restos de familiares desaparecidos, las dificultades que encontraron y las estrategias que utilizaron para salvar los bloqueos, localizando hasta 300 fosas comunes en territorio valenciano. La sesión contó también con la participación de Maite Ibáñez, concejala de Acció Cultural del Ayuntamiento de València e historiadora del arte, que retrató la defensa del patrimonio artístico puesta en marcha en España cuando estalló la guerra civil.
El diputado delegado de Memoria Histórica de la Diputació de València, Ramiro Rivera, en el ‘Viernes Fórum’ del 14 de febrero dio a conocer el papel de las instituciones en el cumplimiento efectivo de la ley de la memoria histórica, los proyectos y ayudas a los que acogerse, así como qué supone realmente para un pequeño municipio el hallazgo y levantamiento de una fosa común.
Esta semana, el invitado a estos coloquios abiertos al público es el investigador y profesor en la Universitat de València de Historia Contemporánea de España, Toni Morant.
Como experto, ha colaborado en actividades como la renovación de la nomenclatura de las calles de la ciudad valenciana para eliminar referencias a la dictadura o la puesta en valor de València como capital de la República a través de exposiciones y publicaciones. Especializado en la comparación entre nacismo y falange, podrá compartir su análisis sobre el desarrollo de la memoria histórica en Alemania y España.
El 28 de febrero, la última sesión de estos encuentros con el equipo artístico y el público, contará con invitados muy especiales. Se trata de testimonios vivos, personas que buscan o han localizado a familiares perdidos. Serán historias humanas que ejemplifiquen la Historia, como la de Maruja Badía, hija del enterrador de Paterna que ayudó a identificar a muchos de los cuerpos que se sepultaban en las fosas comunes. O la de María Navarro, presidenta de la asociación de familiares de la Fosa Común 126 de aquel mismo cementerio. Una ocasión para conocer los retos pendientes y los posibles caminos para conseguir la restitución de la memoria de muchos de quienes cayeron durante el conflicto o bajo la represión franquista.