El crimen de Alcàsser, que hace casi 30 años conmocionó a la sociedad española, vuelve al primer plano de la actualidad al reactivarse, por parte de la Policía Nacional y la Europol, la búsqueda del considerado autor material del asesinato de Miriam, Desirée y Toñi, por toda Europa.
Una petición de la Policía Nacional para reactivar la búsqueda ha sido aceptada por la jueza que lleva el caso, iniciándose una campaña de difusión con el perfil público de Anglés para intentar dar con él, 29 años después de su desaparición.
El tristemente célebre crimen de Alcàsser tuvo lugar en noviembre de 1992, cuando las niñas Miriam García, Desirée Hernández y Toñi Gómez fueron raptadas, torturadas, violadas y asesinadas por Antonio Anglés con la ayuda de Miguel Ricart, quien ya fue condenado a 170 años de prisión por su participación en los hechos y salió libre en 2013 tras la desaparición de la doctrina Parot.
Pero el principal sospechoso, Antonio Anglés, a quien se considera autor material de los hechos, sigue desaparecido desde que se perdió la pista en 1993 en la bahía de Dublín, cuando viajaba como polizón en un barco.
Precisamente este barco, el 'City of Plymouth', a cuya tripulación se ha ordenado tomar declaración este año igual que a su capitán, parece esconder nuevos datos que han motivado la reactivación de la búsqueda. El capitán ya fue interrogado en 1993 sin que se lograra esclarecer nada, pero unas recientes declaraciones de la propia tripulación en un conocido programa televisivo lo han cambiado todo.
En una entrevista televisiva en 2018, el capitán explicó que, tras descubrir al polizón, se le encerró en un 'cuartucho' del barco y luego en un camarote vacío encerrado con llave y vigilado, pero escapó en una barca hinchable. Avistado por un avión francés, Anglés volvió a ser subido a bordo del mismo barco volviendo a ser encerrado en el mismo camarote pero esta vez atrancando ventanas y puerta con tablas. Sin embargo, al llegar la Policía tras haber atracado el barco en Dublín, el polizón ya no estaba allí.
El capitán aseguraba en la entrevista que era imposible que Anglés hubiera escapado sin ayuda: "Alguien tuvo que dejarle salir y haber recolocado la madera", señalaba.
Recientemente, el juzgado a remitido al Instituto Nacional de Toxicología pelos y otras evidencias relacionadas con este crimen, para ser sometidas a análisis de ADN. También se ha pedido que el Equipo Central de Inspecciones Oculares de la Guardia Civil lleve a cabo una nueva inspección ocular de los vehículos de Ricart y Anglés.