Hace unos meses, nadie hubiera colocado en el talante de Nuno las manías o animadversiones que, cuando acompañan a un gran entrenador, son hasta objetos de culto, pero cuando 'adornan' a un técnico mediocre, pueden convertirse en su tumba. En los dos extremos que mejor retratan esta dualidad podemos colocar a don Luis Aragonés, el Sabio de Hortaleza, quien la tomó con Romario y le echó del Valencia CF, pero luego llevó al equipo a pelear con el Atlético de Madrid por la Liga hasta la última jornada, por no hablar de que construyó una selección campeona de todo; y en el otro extremo, un tal Ronald Koeman, que parecía llegado para destruir el club de Mestalla, que de un plumazó hundió a tres vacas sagradas como Cañizares, Ayala y Albelda..., y que aun hoy mantiene el récord -negativo, se entiende- de puntos conseguidos por el Valencia CF en una temporada.
Pues bien, no sabemos aún hacia cuál de estos dos extremos se acerca Nuno, pero ya tiene sus 'víctimas'. Negredo y De Paul tienen las horas contadas en el club blanquinegro. Sobre el argentino ya tiene las 'zarpas' el Boca Juniors, en forma de cesión con opciones. Al bueno de Álvaro no le faltan novias, pero todo está por ver, sobre todo porque el interés del Manchester United en Feghouli podría cambiarlo todo en un minuto.
Lim ya tiene sus preferencias para sustituir a las más que probables salidas de Negredo y De Paul: el belga Michy Batshuayi y el colombiano Radamel Falcao. Del primero hablan maravillas. Michy Batshuayi, es un delantero con proyección, 22 añitos, de origen senegalés, que está luciéndose en el Olympicque de Marsella gracias a las lesiones de los titulares. El belga lleva en el club marsellés nueve goles en un buen inicio de temporada. Con la selección belga, dos. Parece el fichaje perfecto para un Valencia que necesita sangre, electricidad y olfato en la delantera.
Del segundo, desde que salió del Atlético de Madrid solo sabemos que su representante es el todopoderoso y amiguísimo Jorge Mendes, y poco más. Su lesión con el Mónaco abrió la puerta a una larga mala racha que le llevó a decepcionar en el Manchester United y en el Chelsea. Ya sonó para el Valencia y para entonces, ya sonó mal. Una cosa es indudable: el colombiano necesita recuperar prestigio. ¿Dónde mejor que en el Valencia CF, donde va a tener todo un equipo de compañeros -de representante, me refiero- para su lucimiento?
Se dice, por otro lado, que el Nápoles quiere al capitán, Dani Parejo, en sus filas, pero no parece muy probable que el capitán cambie su estatus en la plantilla blanquinegra por la Italia profunda. En cualquier caso, el cambio de cromos está cerca.