El salón de actos y presentaciones de la FNAC San Agustín Valencia registró este miércoles un lleno absoluto, con las debidas medidas de seguridad antiCovid, para recibir la puesta de largo de un libro comprometido, claro y directo, que expone al público cómo fue el proceso de destrucción del extinto Banco de Valencia.
Juan Broseta, el ingeniero que fundó la Asociación de Pequeños Accionistas del Banco de Valencia para defender los intereses de los que se vieron arrastrados con su caída, presentaba su libro ‘El hundimiento del Banco de Valencia’, que está cosechando un éxito en ventas y que está editado por Samaruc.
Un acto en el que Broseta contó con la inestimable ayuda, por un lado, del editor de Samaruc, Adrián Ibáñez, y por el otro, del afamado periodista Ximo Rovira, quien hizo las veces de cicerone ante el público al glosar la talla humana y profesional del autor, un luchador incansable que usó todo su talento y parte de su patrimonio al servicio del salvamento de la entidad financiera.
Un esfuerzo que, como él mismo reconocería, quedaría baldío por las razones que desgrana en las páginas de su libro. En ellas, Broseta narra la trama que acabó con el banco, con el detalle y precisión de quien conoció, advirtió y denunció los abusos y corruptelas que hundieron la entidad.
Juan Broseta comenzó a interesarse por las juntas de accionistas del Banco de Valencia en 2008, y ya en la primera a la que asistió detectó “muchas cosas que no encajaban, daban por hecho beneficios y resultados que no casaban con un estudio en detalle de las cuentas”.
“El mayor desastre que le pudo ocurrir al Banco de Valencia fue la llegada a la presidencia de José Luis Olivas, el día que llegó a la banca, entró la carcoma que acabó con la entidad”, aseguró Juan Broseta en la presentación, quien añadió que “cuando los bancos y las cajas pasaron de tener presidentes que eran profesionales de banca a tener políticos al frente se inició una época negra, hasta entonces se habían gobernado con cierto criterio, con algún error, pero con criterio”.
En el libro se narra con detalle la caída de uno de los bancos centenarios más sólidos y emblemáticos, como fue el Banco de Valencia, en una trama repleta de saqueadores que lo expoliaron hasta arruinarlo y que acabaría más tarde con la intervención del Banco de España y su venta a CaixaBank por un euro.
La historia de su caída revela hasta qué punto los abusos y atropellos de todo tipo en la entidad se impusieron para obtener beneficios personales, favoritismos políticos e incrementos patrimoniales de los gestores y sus amigos. “Era una época en la que era habitual que los bancos participaran del accionariado de muchas empresas, y en el caso del Banco de Valencia se vendían las acciones de las empresas más lucrativas a amigos con un crédito del propio banco que a veces ni se devolvía, y la entidad se quedaba con las acciones de las empresas ruinosas”, detallaba Juan Broseta.
Broseta trató incluso de trazar un plan para salvar el banco antes de la intervención del FROB, pero asegura que “nadie, en ninguno de los dos grandes partidos me quiso hacer caso, me negaron la documentación, estaba decidido que se vendía por 1 euro”.
Negocios y amistades se mezclaron por igual en el banco incluyendo cuentas compartidas en paraísos fiscales, viajes de placer por el Caribe pagados por empresarios a los que el banco favorecía y un sinfín de prebendas que hoy están en los tribunales, y cuyo juicio se espera se produzca en las próximas fechas en la Audiencia Nacional.
En la presentación Juan Broseta desgranó algunos detalles de operaciones “ruinosas” en las que el banco concedió créditos “millonarios, sin ningún aval y que nunca se devolvieron, especialmente para supuestas inversiones inmobiliarias”, y recordó el caso de los terrenos de La Reva (en el municipio de Riba-roja) y como “se compraron a un grupo francés a través de Lehman Brothers, todo con créditos del Banco de Valencia, de los que no se devolvió ni un solo euro, hasta que tras la compra por CaixaBank se empezaron a exigir esos importes que han acabado con más de una persona arruinada en Valencia”.
Es la historia de un saqueo que dejó a la Comunitat Valenciana sin su principal e histórico banco, narrada en un libro que es la antesala de una decisión judicial que los pequeños accionistas que lo perdieron todo esperan les pueda resarcir.